¡Los maestros y maestras del centro también fuimos peques y nos gustaba leer!
Con esta idea (infancia-libro) hemos celebrado el Día del Maestro.
Una semana antes propusimos un juego al alumnado, en el cual tenían que reconocernos en fotos antiguas, de cuando éramos niños, y además averiguar cuál era nuestro libro preferido. Para ello podían hacer preguntas a todo el profesorado sobre los libros y de esa forma tener pistas que le llevaran a descubrir el libro preferido de cada maestro y maestra.
En un panel se expusieron las fotos de cuando éramos pequeños junto a nuestro libro preferido.
Fue muy divertido y en cualquier rincón nos paraban para preguntarnos sobre los libros. Cada clase disponía de una tabla con el nombre de los profesores y al lado debían escribir el título del libro que ellos creían que era el preferido de cada uno.
Es cierto, que fueron buenos detectives y consiguieron reconocernos a muchos de nosotros y averiguar bastantes libros. Lo pasamos todos muy bien, incluido el profesorado que jugamos también a reconocer quien era cada uno de nosotros y a recordar títulos de libros muy emblemáticos que marcaron una época.
Llegó el Día del Maestro y expusimos las soluciones para que pudieran comprobar sus aciertos. Al descubrirse quien era cada uno pudimos observar en algunos alumnos caras de sorpresa ante fotos que no consiguieron reconocer.
Como colofón invitamos a todo el alumnado a comer dulces, confeccionamos dos trenes con bizcochos tipo marmolado y chuches, uno muy muy largo y otro más cortito para el alumnado y profesorado celíaco. ¡Toda una fiesta!
Este juego ha permito que el alumnado nos conozca un poco más y recuerde la importancia que tiene la lectura.
Además al profesorado nos hizo sentirnos otra vez pequeños y recordar con nostalgia aquella época... las bibliotecas de nuestros coles y pueblos, los libros que leíamos, los libros que a veces nos regalaban y cuidábamos como oro en paño...
Está claro que leer no pasa de moda, siempre está a la orden del día, pasen los años que pasen.